Suplicad al Padre

–Estábamos suplicando a Dios por todos los enfermos, y el Señor me dijo: 

Orad, orad y suplicad al Padre. 
Orad y recibiréis. 
Bienaventurado el que ore al Padre, porque será escuchado. 

 

10 de noviembre de 1981. 

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