– Mi sacerdote elegido será tu sostén en Mí.
Tu deseo hecho por amor es ideal en el amor.
La virtud de la esperanza está envuelta en desear el bien y esperar todo en el amor y para el Amor.
El desear el bien es aumentar el deseo de amar y, a la vez, purificar todo lo exterior e interior.
El amor es deseo y entrega, y al consumarse el amor hay más comunicación en la dimensión o extensión del amor.
Desea con rectitud y el amor en Dios será una cosa sublime.
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Muchas veces el amante no piensa igual que el amado.
Cuando Yo visitaba a mis amigos en Betania deseaba reposar y muchas veces extender mis pies en actitud de reposo, y María lo que hacía era bañar mis pies; pero con su profundo amor y empeño de complacer al Amado, el agua derramada en mis pies por amor hacía el perfecto descanso para el Amado.
El agua del amor sostenía mis pies. ¡Oh cuánto encierra y contiene el deseo en amor y por amor! Es consuelo, bienestar, deseo y fortaleza, deseo y fortaleza, voluntad en amor y pureza de amor.
12 de febrero de 1981.
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