Ella me tiene a Mí.
Yo llenaré ese vacío si ella me acepta a Mí y se entrega totalmente a Mí.
Al pensar tanto en el sacerdote, me destruía a Mí por no pensar en Mí y por no contar completamente conmigo.
Buscaba a Dios en el sacerdote sin pensar en Mí.
Que piense en Mí.
Que crea en Mí.
Que se entregue a Mí.
Que me dé todo su amor y Yo la llenaré de mi amor.
Yo soy Jesús.
No oraciones superficiales, sino oración profunda y total entrega sólo a Mí.
Hechos y no meros deseos de mejorar ante su Dios.
No tantas oraciones vocales, aunque son muy buenas y agradan a Dios; más oración profunda, que se vive y practica en fe, esperanza, confianza, humildad y amor.
Esta oración, humilde y confiada, abre y comunica al alma con su Dios y la transforma para Dios.
En ocasiones bien puede necesitar la ayuda de un Dr. católico para que viva su vida de consagrada en la paz, serenidad, humildad y confianza que su Dios quiere darle y con las que quiere que viva su consagración.
Rompa la foto, cuando la encuentre, y en su lugar, en el cuadro o marco en que tenía la foto, ponga una imagen de su Dios y Señor. No más engaños ni disipaciones, ni inquietudes. Dios es luz, es verdad, es paz y entrega completa; y por eso en su Evangelio y en toda su Palabra pide vivir en su luz, en su amor en humildad, en confianza y completa entrega a Quien sólo puede darle paz.
Diciembre, 1980.
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