El amar al hermano en Dios es sencillo de comprender.
El alma en camino de perfección amará al hermano porque él es conducto directo del amor a su Dios.
Es firmeza de espíritu en el Amado.
El hermano amado por Dios será el amigo que unido te llevará a la perfección y te conducirá al Sol de vida y él te guiará por el camino que conduce al alma a la vida verdadera.
Tú, al amarlo en Mí, no distraigas tu espíritu, elévalo siempre hacia Mí.
Sublimiza tu amor, y que tu amor parta siempre de mi amor.
Búscalo para el bien de tu alma.
El amor es gratuito y prosperará espiritualmente si el alma busca en Dios el bien del ser amado, y lo fortifica con celo de Dios, y le transmite a Dios, y le habla por su amor del amor de Dios, y se unifican para unificarse con su Dios, y subliman sus espíritus en amor al Dios del amor, y se enriquecen, tratando de perfección en la búsqueda del Amado, y vencen obstáculos que los podrían apartar del Amado, y gozan en Dios del amor puro que sostienen por el celo del Reino de Dios.
El amor santo es para segur al Santo de los santos.
Gloria a Dios por vuestro amor.
El amor muchas veces es de deseo de prosperidad en la vida espiritual.
A veces estanca al alma y la ata para volar a la perfección.
Otras veces los materializa.
Otras muchas los idealiza.
Y cuando es amor auténtico en Dios los asemeja al amor del Padre para su Hijo y al amor que los unifica por su Santo Espíritu.
Amaos en Dios, siendo perfectos por Dios, para gloria de Dios y para que seáis alabanzas de Dios.
Vosotros deberéis ser los brazos vivos de la Cruz viva de amor.
24 de noviembre de 1982.
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