¿Sabes –me dijo el Señor- lo que significa la palabra Padre?
-Señor, tú házmelo entender.
Pues padre es aquel que da vida y del cual se proviene.
Pues Yo soy tu Padre.
El que te dio vida y hace que subsistas.
El que te provee de cuanto necesitas.
El que en tu vida es todo en ti.
El que a ti busca y está deseoso de escuchar de ti, como cuando mi dices con tanto amor: ‘Bendito seas Padre de mi Señor Jesucristo’.
Me gusta escucharte, porque en Dios Padre está el Hijo y el Espíritu.
Por eso si tú añades estas frases que te voy a señalar, en ellas estás completando la alabanza a la Trinidad de Dios:
“Bendito seas Padre de mi Señor Jesucristo, que con tu Espíritu sois unidad para salvarnos y amarnos.”
En esa oración glorificas y amas al Dios Trino y Uno que te ama y tiene para ti cosas que aún no se te han revelado.
Si tú perseveras y amas, verás que Dios te ama con amor maternal, y te cubro Yo como un niño en lactancia.
Eres un niño en mis brazos, al cual acaricio y me inclino hacia ti para amarte y llenarte de caricias y te cobijo bajo mi calor maternal, porque de Mí proviene el deseo de toda madre.
Yo estoy en ti y tú en Mí serás hija del Rey celestial.
Te estoy invitando a que seas como niño, pero que siendo niño Yo pueda acariciarte como sólo Dios puede hacerlo, con un corazón de madre que no desconfía de su hijo y tiene para él sólo amor y bien.
Yo estoy solícito a tus deseos y soy misericordioso a perdonarte.
Te ama tu Dios, Padre de tu Señor Jesucristo, que en unión de mi Espíritu, que es fuego inagotable de amor unitivo, desea la transformación plena de tu ser en mi ser, para que seas viva alabanza de la Trinidad de amor.
18 de octubre de 1982.
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