Tras Haber Dado el Himno al Hijo

Es mi deseo que la música sea sonora y victoriosa. 
 
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El corazón del Hijo es el manantial de agua viva que os llevará a la eternidad. 
Vivid en su amor y seréis fuentes vivas de amor. 
Mira, hija, que ese corazón está abierto y esperando que vosotros seáis miembros amantes y activos de ese corazón amoroso y generoso, porque cada latido es por amor a vosotros. 
 
19 de enero de 1983. 
 
Di a mis sacerdotes que Yo hablaré más sobre el Misterio Trinitario basado todo sobre la evolución ecuménica de un modo ortodoxo. 
 
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El Señor dijo respecto a la música del Himno del Hijo: 
 
“Está al unísono con la majestad de Dios.” 
 
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Mi amor es para todos, pero son pocos los que aceptan mi amor; los más lo rechazan. 
 
 
29 de enero de 1983. 

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