Historia de mi Amor

Como el canto de la alondra, 
Así canto al corazón. 
Como la más bella aurora, 
luzco dentro de tu ser. 
Soy fragancia aromática. 
Soy sutil en el amar. 
Soy belleza incomparable. 
Soy amante sin igual. 
 
Busco al alma por doquier 
sin pensar en el ayer. 
Eso soy, mi bien amada; 
eso soy para tu bien. 
 
Tú buscabas las guirnaldas 
y buscabas el placer; 
pero Yo soy compasivo 
y te di ya mi querer. 
 
¿Hay amor más exquisito 
que mi modo de querer? 
Doy al hombre la esperanza 
de volver a su querer. 
 
Yo soy Hijo del Dios Padre, 
que a vos vine en son de paz, 
pregonando mi evangelio 
y enseñando el bien de amar. 
 
Yo nací en pobres pajas 
tiritando de frialdad, 
pues fui pobre por vosotros 
para daros libertad. 
 
No bajé a este mundo, 
pregonando mi riqueza. 
Fui el pobre hijo 
del artesano José 
y viví escondido 
en aquella Nazareth, 
ocultando a los soberbios 
mi reinado y majestad. 
 
Revestido de pobreza 
quise al hombre presentar 
el camino que es riqueza 
y que lleva al Rey celestial. 
No viví en la opulencia. 
fue mi cama el campo fiel, 
pues el Reino de los cielos 
se alcanza en la pobreza 
y en el despojo total. 
 
Fui camino de verdad 
y quise que el hombre fuera  
mi imagen en verdad. 
 
No busquéis el bienestar, 
que eso a nada os conducirá. 
Vivid haciendo caridad 
y veréis en verdad 
al Dios que es  
amor y bondad. 
 
Compartí con mis amigos 
los secretos del amor, 
y viví como el humano, 
buscando la soledad 
y el amor. 
 
Yo fui siempre cariñoso 
con aquellos que elegí 
y me di Yo por entero 
hasta morir por su amor. 
 
Yo decía con voz sonora 
que el camino del amor 
es y será siempre 
el camino del perdón. 
 
Enseñé que el Padre os ama 
y os quiere en santidad. 
Invocaba al Santo Espíritu 
que es belleza y es amor. 
 
No quisiera, mis hijitos, 
que ninguno se perdiera. 
por eso os suplico 
que viváis en el amor. 
 
Escoged el camino 
que os llenará de mi luz. 
No penséis que es fácil 
el camino de la luz. 
 
Predicaba mi palabra; 
enseñaba mi doctrina; 
y sólo la escuchaba el humilde 
y el sediento del Amor. 
 
Yo decía al hombre nuevo 
que Yo era su Dios. 
Pero ellos necios eran 
y despreciaban a Dios. 
 
Pocos eran los que abiertos 
al amor me siguieron 
y velaron por la gloria 
de su Dios. 
 
Caminaba y predicaba 
y daba a todos señales 
De mi poder y amor. 
Y buscaba a las ovejas 
que el Padre me encomendaba. 
 
Acudía al desvalido. 
Vigilaba a mis amados, 
compartía con ellos mis penas 
y vivía en su amistad. 
 
Yo decía con gran empeño: 
Yo soy luz y soy verdad, 
y doy paz y bienestar. 
Y deseo que el hombre nuevo 
viva en camino de verdad. 
 
Ya llegado aquel momento, 
por amor al mortal, 
fui por todos despreciado 
y olvidado en aquel momento 
de amor sin igual. 
 
El tormento llegó pronto 
y diciendo con amor: 
‘Yo te entrego a mis hermanos. 
¡Oh Padre! Tú eres mi amor’. 
 
El Espíritu del Padre 
vino a Mí y me acompañó 
en aquel dolor cruento 
y conmigo exclamó: 
‘Perdónales, Tú, ¡oh Padre!, 
pues ellos no saben 
que soy su Dios.’ 
 
A Ti clamo con amor 
que les tengas compasión. 
He ahí a mi Madre amada, 
que tanto ama a su Dios. 
 
En este supremo instante 
os entrego a la Madre amada 
y os dejo el corazón. 
 
¡Oh Madre!, amada mía, 
enséñale el camino hacia el Amor. 
Y por ser inmaculada 
Yo te doy todo mi amor. 
 
Ya sabéis, hijos queridos,  
que es de vosotros mi amor. 
No perdáis tiempo, amigos, 
y venid al corazón 
que os abre ya la entrada 
a la patria celestial. 
 
Compartid vuestras tristezas 
y cantadle a vuestro Dios, 
pues Él, lleno de tristeza, 
espera vuestra oblación. 
 
Yo soy Dios inmortal 
y comparto con vosotros 
todos mis deseos de amor. 
 
Vivid, amados míos, 
en mi amistad; 
y llenad al mundo entero 
de esta mi verdad. 
 
No olvidéis que el hombre nuevo 
debe de ser santo en fe, 
y llevar mi evangelio por doquiera, 
y predicar que Yo soy el Dios amante, 
y soy lleno de bondad. 
 
Caminad en el destierro 
hacia el Cielo que es verdad. 
Cantaréis allá en la gloria 
las grandezas de vuestro Dios 
y ya limpios estaréis eternamente 
al lado del hermoso Dios. 
Pero antes de que estéis en mi gloria 
desde ahora cantad 
al Hijo de Dios. 


15 de enero de 1983.

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