No temas. Yo estoy contigo y sabes el gran amor que tengo por ti.
Yo hablaré lo que sea necesario por ti y te defenderé.
Yo seré tu defensor, tu paz y luz.
Yo soy el Espíritu del Padre que te ama y te ayudará.
¡Ánimo!, porque eres grande para la Augusta Trinidad.
Dad gloria al Dios que es amor.
Yo soy el Dios eterno que habita en ti.
Mi amor para vosotros.
4 de julio de 1981.
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