El Demonio la está atormentando, pero tú, ante su actitud, debes manifestar mi permanencia en ti, no consintiendo sino siendo recta, amando en Mí, alabándome a Mí y santificándote en Mí, siendo en todo momento luz en las tinieblas.
Si el Demonio os quiere perturbar quitándoos vuestra paz, tomad lo que él ha propiciado para alabanza de Dios.
Prudencia y mansedumbre en Mí.
Yo os pido soledad en Mí para que en la lucha tengáis fuerza para sobrevivir en gracia y en la paz de vuestro Dios.
20 de agosto de 1982.
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