Demonio.
Dile que precisamente por eso os he suplicado humildad y profunda oración.
Porque el humilde cree en mi poder, y cree en el poder de destrucción que proviene del enemigo mío y vuestro.
Y el que niegue el poder del mal es fácil que llegue a la convicción de negar mi poder.
La duda florece muchas veces en mis sacerdotes doctorados en teología, que la tienen externamente, pero no la viven interiormente.
La paz del mundo vendrá por la humildad; y la humildad os traerá el deseo de mayor unión con un Dios humildad y omnipotencia.
El demonio sonríe triunfante y gozoso por vuestra incredulidad, y por vuestra superficialidad, y por vuestra oración sin devoción.
Oración.
Oración es amor.
Oración es entrega.
Oración es vivir esa entrega.
Oración es unificarse en Dios.
Oración es oblación.
Oración es transformación.
Oración es suplicar el perdón y dar perdón.
Oración es deseo del ser de Dios.
Oración es alejarse de las cosas materiales y elevarse en amor a un Dios amor.
Secularización.
Los sacerdotes se han secularizado por la falta de fe, y por la falta de amor; y sus corazones se han llenado de ruindad y están en una postura de ingratitud y frialdad, que proviene de la soberbia del hombre.
Secular.
El humilde piensa en Mí con humildad y docilidad.
El humilde sujeta su sabiduría en mi sabiduría.
El humilde se despoja de su yo personal, para que Dios sea su único yo.
El humilde suplica a Dios perdón y donación de dones.
El humilde vive de fe, y transmite la fe a los demás.
Orad y suplicad que vuestro Padre que está en el cielo os dará cuanto supliquéis con humildad.
7 de julio de 1982.
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