La masonería es el presente vivo del demonio.
Es la entrega al poder de lo oculto, y ése es Satanás, destructor de la obra más perfecta de la creación.
Contra ella es necesario oración y penitencia, oblación redentora y vida unitiva con el Sol de amor.
Amor a la Madre del Hijo y fidelidad a mi Iglesia peregrina en la tierra.
25 de agosto de 1982.
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