Lc. 8, 1-3: “Le acompañaban los Doce y algunas mujeres que habían sido curadas de espíritus malignos y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios…”
El sacerdote en su homilía explicó que no eran demonios, sino pecados que le habían sido perdonados.
El Señor comentó:
“El hombre dice solamente pecado, cuando detrás del pecado el demonio hostiga al hombre a pecar.”
21 de septiembre de 1982.
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