Un día ocupada en las almas. Mi oración era cada momento alabando a mi Dios. Yendo con el Padre a su consulta y brincando charcos por la fuerte lluvia, el Señor me sorprendió con estas breves palabras:
“Te amo por tu nobleza, tu sinceridad y por ser tan gratuita.”
. . .
El Señor durante un exorcismo me hizo sentir su agradecimiento por dar gloria a su Padre por la ayuda a sus almas, y me recomendó fidelidad y me dijo:
“El Demonio está malhumorado con vosotros.
No temáis a las represalias de que os haga presa.
Yo, el Dios Espíritu Santo, estoy con vosotros y mi gracia os asistirá”.
Hay personas que su única finalidad es el deseo de ser sanadas del alma y no del cuerpo. Y lo primero es lo vital.
Hay almas que al recibir mensajes que el mismo Dios envía, su inclinación primera por su mucha imperfección es el deseo físico, sin pensar que lo más enfermo está en lo más importante que es su alma, ya que de eso dependerá la eterna gloria o el final en aquella parte destinada para tormento de los que no fueron auténticos y fieles al amor de su Dios.
Busca primero el Reino de Dios y su justicia y los demás se os dará en don.
¿Acaso olvidáis estas palabras que se os quedaron para reflexionar y pensar en serio que vuestra estancia en este mundo debe ser valorada, no desperdiciando las grandezas que un Dios puso en cada uno de vosotros en talentos que debéis explotar?
Sed amantes de la verdad.
Buscad afanosamente esa verdad que soy Yo mismo.
Amadme, y por medio del
auténtico amor todo se os dará.
Salud y paz de vuestro Dios que es amor y verdad, justicia y santidad.
8 de julio de 1981.
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