Cuando un alma nunca ha vivido a través de la fe, no obstante la incredulidad de Dios de muchos, hay en el interior una actividad divina que evoca al alma la verdad de un Dios santo, vivo y sempiterno que, aunque la destrucción de dicha verdad surja en muchas almas, no se lleva a cabo, pues ahí está el Sempiterno que no puede ser destruido, pues aún el ateo experimenta la verdad divina. 
Aunque la desee destruir, una cosa es que lo exprese para desvirtuar dicha verdad, y otra es la verdad que experimenta en su yo personal. 
 
 
Enero de 1981. 
 
 
 
Piensa en tu Dios con alegría. 
Tu Dios, cuando piensa en ti, está alegre porque te ama. 
 
Todo está olvidado en el corazón de tu Dios. 
Lo de esta tarde fue por tu celo y amor a mi Padre. 
Tu Dios te lo agradece. 
 
Recuerda que no todas las mentes están abiertas a comprender ni los oídos para escuchar. 
 
 
 
20 de enero de 1981. 
 
 
 
Yo soy la esperanza. 
Yo soy la revelación. 
Yo soy la personificación del Padre. 
 
                                        .          .          . 
 
Cuidaos de vuestro enemigo que os acecha para destruiros y alejaros de Mí. 
No temáis a vuestro enemigo. 
Tenéis la fuerza de la fe, de la oración y del Espíritu Santo contra él. 
 
 
20 de enero de 1981. 
 
 
 
Tú eres el anzuelo; atrápalos para Mí. 
Sácalos del mar del mundo en que se ahogan y se hunden, donde no hay paz. 
En la orilla de ese mar estoy Yo, que soy la paz y el consuelo. 
En Mí encontrarán paz y consuelo, fortaleza y optimismo. 
 
Yo, el infinito y misericordioso, acepto siempre al pecador. 
Tú, guíalos a Mí con tu ternura y amor. 
Ponles atención. 
Yo fui paciente, pero nunca acepté teologías opuestas a la teología del ser de Dios. 
 
Aspereza en contra de vuestro enemigo y el mío; no sumisión ni aceptación. 
 
Sostenlos para Mí; te los entrego. 
Yo los he guiado a ti. Háblales de Mí. 
 
Yo soy el buen pastor y tú mi seguidor y predicador. 
Apacienta mi rebaño, que está disperso y aniquilado por ideas equivocadas. 
Tú, diles mi verdad: quién soy, a qué vine y a quién busco. 
 
Dile mis deseos de que se acerquen a Mí. 
Yo soy el Padre de todos y para todos. 
Sois mis amados. Sois mis ovejas. 
Paz y amor. 
 
 
30 de enero de 1981.