Gólgota, cima del amor y del perdón.
Gólgota, donde el Amor se transfiguró por amor y el monte de Dios se envolvió con el cuerpo sangrante de vuestro Redentor.
Cumbre de amor.
Ve ahí a tu Dios crucificado por amor, dando gloria al Padre que lo engendró.
Ven, ¡oh Padre!
Mira que ahí, en ese madero está tu Hijo muerto.
Contémplalo, ¡oh Padre!
y manda tu consuelo a los hijos de Adán.
Yo soy el Espíritu, fuerza de Dios, que a ti, ¡oh Padre!, te entrego a tu Hijo amado, muerto y yerto por amor a esta generación.
Mira que tu Hijo cumplió tan santa misión y sufriendo el desamor hasta el final, ya está en tus brazos bajo tu calor.
Yo soy tu Espíritu, Dios de amor.
Llena ya la tierra de tu amor.
Y que el hombre piense ya en su salvación.
Clamo a Ti, Padre del Salvador, y pido perdón por el hombre pecador.
Yo os doy mi amor en fuego de amor, para que el Padre tenga compasión de vuestros pecados y os conduzca al cielo eternal.
Yo soy la cruz viva, eterna e inquebrantable.
Soy el Hijo de Dios.
Mirad al Amado y ved si hay mayor dolor.
Dadme vuestro amor, hijos del amor, que Yo por vosotros morí por amor.
Alabado seas, Padre.
Que toda la tierra te alabe y mi voz doquiera resuene:
‘Que el Padre que me ama,
por vuestro amor me envió a la tierra,
para hablaros de su mucho amor’.
¡Oh Hijo amado,
delicia de Sión!
Te ama tu Padre.
Yo soy el Amor.
Gracias a ti, Hijo,
pues ere Amor,
y tomaste la figura humana para que tu hermano el hombre
fuera redimido de su esclavitud.
Ven, Hijo querido, ven aquí,
que Yo te estrecho en mi ser,
pues eres Hijo de mi corazón.
El Padre es Dios.
El Hijo lo es.
Y el Espíritu Santo
Dios también es.
13 de septiembre de 1982.
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