(Cómo explicar: “Pasa de Mí este cáliz… Pero no se haga mi voluntad…”)
Era una manifestación humana, pues el cuerpo de mi Hijo sufría las consecuencias de su humanidad. Pero en su ser humano reaccionó, diciendo: “No se haga la voluntad mía, sino la de Aquel que me ha enviado por el amor y misericordia que tiene al hombre.”
No porque mi Padre desease mi muerte, sino porque por ella mis hermanos, los hombres, volverían a Él en su Hijo y por su Espíritu renovador.
Dios es amor y en la cruz permaneció amando sin fin.
Murió glorificando al Padre que le envió, e invocando al Espíritu, para que diera fuerza a su humanidad y la entregara en brazos de su Padre.
Cruz de amor envuelta en dolor por amor.
Cruz que fue prueba suprema de amor por vosotros.
Cruz, camino hacia el Padre.
Cruz que unificó al hombre con su Dios.
Cruz, camino seguro al Amor.
Cruz que fue por amor y que dio al mundo tan gran Salvador.
Amor en cruz.
Cruz de amor.
Viva cruz.
Santa cruz.
Y verdadera redención de amor en cruz.
Mi alma, extendiéndose en cruz por amor, exaltó al Padre.
Y el Padre, lleno de amor, recibió a su Hijo, hecho cruz por vuestro amor.
. . .
El vuelo del alma hacia Dios, es en caridad, en oblación y en darse en perfección al Amor y en ser un alma silenciosa, deseosa de amar.
Yo soy el Amor que me doy a ella con amor.
Te ama la Trinidad de amor.
El alma en Mí debe de ser generosa, sacrificada y sobre todo silenciosa en Dios.
Yo soy el Dios altísimo quien os lo dice.
Yo el Amor, vivo deseoso de más amor.
Yo el Dios omnipotente deseo que el alma sedienta de amor se abra al Amor.
Salud y paz de parte de vuestro Dios.
5 de septiembre de 1982.
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