Divinidad de Dios Hijo

Deseo, amada mía, que se dé realce a la divinidad de mi Hijo que, a través del tiempo, la maldad del hombre ha querido hacer desaparecer de la mente del hombre, diciendo que mi Hijo era hombre, pero no el Hijo del Dios altísimo. 
 
Soy el Padre que te suplica que al dirigirte a los hombres les hables de que mi Hijo era verdadero Dios y verdadero hombre. 
 
Dile  que cuando hable de mi Hijo hable a los hombres de la preciosísima sangre de mi Hijo que la derramó por amor. 
 
 
23 de Septiembre de 1981. 

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