Hija de Teresa

Ánimo, hija mía. 
Sigue adelante. 
No desmayes ante la lucha. 
Confía en el Señor que te está colmando de gracias. No desaproveches ninguna. 
Yo te amo. 
Sigue adelante que lo que el buen Dios hace contigo es por el grande amor que profesa a las almas. 
Yo estoy contenta de que seas hija nuestra. 
Eres amada de mi corazón. 
Yo te digo que sigas con fidelidad todo cuanto te pida e indique el Señor. 
Yo soy Teresa la grande. 
Te explico así porque Teresa del Niño Jesús es mi fiel y amada hija del Carmelo teresiano. 
Vive en amor y caridad. 
Digo eso porque te comprendo y sé la lucha que hay en ti. 
Pero no te desalientes de que los letrados te digan lo que dicen. 
Dios triunfará y la verdad saldrá a luz. 
Sé fuerte. 
 
Juan y yo te amamos y te ayudaremos a sostenerte. 
Ánimo, hija mía. 
Valor ante la adversidad. 
Fe, confianza y seguridad en el amor infinito de ese gran Señor y Dueño de las almas. 
Ámalo y entrégate a Él. 
 
 
 
7 de junio de 1982. 

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