Os voy a abrir el arca de mi corazón. 
No pequéis, no pequéis, pues hay tantas almas purgando por un solo pecado venial. 
El alma purgará la menor falta. 
 
Y ahí, en ese lugar de purgación hay niños, hay millones de jóvenes, sacerdotes olvidados, obispos esperando su rescate y muchos papas que no han visto la gloria de Dios; religiosos que esperan venir a gozar de Mí. 
 
No despreciéis mis gracias. 
No ofendáis a vuestro Dios. 
Amadme, y por vuestro amor os transformaréis en Dios. 
 
Y Yo os digo que el dolor purifica, y por el dolor por amor vosotros no pagaréis años de purgación. 
Por eso, si sufrís, amadme, y no sabéis ni podréis comprender de cuánto tiempo os libraréis por sufrir por amor. 
Si me amáis, no pecaréis. 
No seáis como aquellos que viven sin vivir. 
Vivid de amor. 
Haced constantes alabanzas a vuestro Dios. 
Purificaos en vida, y no esperéis ser purificados. 
No perdáis tiempo. Estáis a tiempo; por eso os digo: despojaos de todo por amor. 
 
Buscad al Amor. 
Dad mucho amor por amor. 
Venceos por amor. 
Sacrificaos por amor. 
Si deseáis no cumplir todos vuestros caprichos, ahí por amor, en esta vida, os estáis purificando. 
No deis vuestro cuerpo a las cosas del mundo. 
Sed almas de oración y penitencia. 
Sed oblación. 
Sed almas silenciosas, pues la mayor parte de los que se purifican en ese lugar es por el mucho hablar. 
Hablad al hombre de Dios, y seréis alabanza de Dios. 
No descuidéis vuestro recogimiento. 
Salvad almas militantes, y las de aquellos que esperan estar para siempre con su Amado. 
 
Rezad. 
Amad. 
Perdonad con amor y por amor. 
No descuidéis vuestra alma. 
Fortaleceos con actos de fe. 
Sed almas que proclamen la esperanza y que se purifiquen, siendo almas que den caridad. 
Aprended de Mí que soy manso y humilde. 
Vivid amando al Padre, y fortificándoos con su Espíritu. 
Venceos, y se os dará. 
Caminad en estrechez para que lleguéis pronto a la Patria eterna. 
No perdáis un segundo de vuestro existir, no sea que cuando venga a vosotros estéis dormidos. 
Velad y orad, y sed almas para Dios. 
 
 
17 de octubre de 1982.