Philippe de la Trinité está en un lugar de elección, contemplando al Misterio que tanto amó y que con amor difundió con humildad.
Cuando él iba a hablar cosas teológicas, llenas de mística, me consagraba su ser, pero de un modo muy especial el órgano de su boca, para que no fuese a profanar ningún misterio, ni manchar con ideas personales la voz de lo que el Señor, su Dios, en la Revelación ha aclarado.
Su ser se violentaba, pues Yo, el Dios fuego del intelecto lo sacudía con místicas ideas de tal forma que su ser se sentía impotente ante el Misterio que él captaba en cuanto humano.
Es de los pocos sabios humildes del siglo veinte.
Amaba con ternura y con amor tan lúcido que él consagró su inteligencia a Aquella que fue la que más conoció el misterio del Amor.
11 de mayo de 1983.
Philippe de la Trinité arrebató el cielo, pues el Padre, lleno de amor, le acogió en su seno, donde él está por toda una eternidad.
Tiene por su amor y su intelecto mayor luz del misterio de Dios que Teresa de Lisieux.
17 de mayo de 1983.
Vivaldi alcanzó salvación.
Estas son verdades del misterio de Dios.
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