Cantad al Dios Canto

VIVALDI fue el músico del amor y la ternura que por inspiración de mi Santo Espíritu entabló entre el hombre y Dios su música, para que el espíritu del hombre se inspirara en el deseo de la pureza. 
Por eso te digo en verdad que esa música selecta no la produjo en sí el hombre sino que fue inspiración divina. 
Porque debes entender, al escuchar esa música de los grandes, que inspira al espíritu del hombre al renacimiento en la vida, a la paz en el Dios de la vida, a la entrega hacia Aquel que habita de extremo a extremo y que es longitud, exaltitud, dimensión y portento omnipotente. 
El Espíritu de Dios inspiraba al hombre; le daba un espíritu angelical para que le hablara al hombre de aquel Espíritu de vida que es como un soneto para el alma, que es como un sol perfecto, la nota que sublimiza el canto. 
 
Yo soy el sol de amor. 
Yo soy la enajenación. 
Yo soy la perfección.  
Yo soy el que soy. 
Yo soy el que canto y encanto, y cantándole al alma le canto con encanto para que el alma le cante al Dios que es encanto. 
Por eso os canto con gozo y os digo que soy el encanto que encanta y que canta para que vosotros cantéis al Dios que os canta. 
La música dentro la lleváis. 
Adentro Yo soy el que os canta, ¡oh hijos amados!, y por eso os digo que el Dios que os encanta os canta, os canta en este destierro. 
Cantadle al que os canta. 
Cantadle al Fuego que canta y encanta cantando con fuego. 
Cantad, almas mías, cantadle al Dios fuego. 
Catadle con gozo en este destierro. 
Que cante, que cante el hombre al Eterno. 
Que cante, que cante al Dios del consuelo. 
Que cante, que cante, que cante al Dios hecho fuego que en fuego de amor te canta a ti, hombre, y te dice con gozo que cantes, que cantes a Aquel que te canta y que tanto te encanta cuando a ti canta y te arrulla cantando. 
 
Por eso, aves todas, cantad al Encanto. 
Por eso, montañas, cantadle al Amor. 
Por eso los mares con murmullo suave le cantan, le cantan al Dios eternal. 
Los cielos le cantan al Dios celestial. 
Y el hombre le canta al Dios eternal. 
 
Canta, canta, canta al Dios que te canta y que con su canto te encanta, te encanta.         
 
8 de abril de 1983. 

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