ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
¡Oh Trinidad sapientísima, de quien procede todo ser, bendita y alabada seas!
Aquí, postrados de hinojos, suplicamos que nos atiendas, ¡oh Dios de amor!, en cada una de nuestras necesidades, para que nuestras almas, guiadas por tu tu salvífica, crezcan en verdad y santidad.
Sabemos que Tú, ¡oh Dios de amor!, eres perdón para el pecador y es por eso que creemos en nuestra salvación y, animados con esta verdad, te pedimos misericordia por todos nuestros pecados.
Haz, ¡oh Dios clementísimo!, que la fe vuelva al hombre, para que te ame y reconozca en Ti al Dios único y eternos.
Conscientes de nuestras miserias, pero con una confianza absoluta en la realidad de tu amor, te suplicamos llenes nuestras almas de los dones que necesitamos para ser luz de vida y pregonar por doquier la verdad de tu existencia.
Queremos, omnipotente Señor, que nuestras almas crezcan siempre en el gozo de tu amistad y nos dejemos guiar bajo tu inspiración, para que seamos alabanzas vivas del Dios que es y será.
Enciéndenos, ¡oh Dios vivo y verdadero!, en amor, para que tengamos vivo celo por la salvación de las almas y tu santo nombre sea reconocido y glorificado.
Santifícanos en verdad para que vayamos a gozar eternamente de tu amor.
Gloria y amor al Dios Trino y Uno que a cada instante nos da su amor.
DÍA PRIMERO: ALABANZA A LA AUGUSTA Y SEMPITERNA TRINIDAD.
¡Dios santo, Dios de amor y de verdad!
¡Glorificado y exaltado seas en todo lo creado!
Te amamos, Trinidad omnipotente por ser el que eres.
Danos la gracia de tu amistad, para que seamos tu alabanza y vivas siempre amado en ese corazón que desea sólo vivir en ti y por ti.
¡Gloria por siempre al Dios que, en unidad perfectísima de amor, nos da su amor!
Tres Padre nuestros y tres: ¡Gloria al Padre, que es amor, gloria al Hijo, que es amor y redención, y gloria al Espíritu increado, que es fuego de amor!
(Oración final para todos los días.)
DÍA SEGUNDO: TRINIDAD, BELLEZA SOBRE TODA BELLEZA.
Ilumina nuestro entender, para que vivamos en fe el misterio de tu existencia y seamos fieles al llamado de perfección.
¡Oh Trinidad misericordiosa, da a mi luz, luz de tu luz; para que ante mis hermanos sea reflejo vivo de tu luz divina!
¡Gloria por siempre al Dios que, en unidad perfectísima de amor, nos da su amor!
Tres Padre nuestros y tres: ¡Gloria al Padre, que es amor, gloria al Hijo, que es amor y redención, y gloria al Espíritu increado, que es fuego de amor!
(Oración final para todos los días.)
DÍA TERCERO: DIVINIDAD INCREADA Y ABSOLUTA.
¡Santo, santo, santo, eres Dios supremo y misericordioso!
Que exaltada sea tu grandeza y omnipotencia.
Siendo increado, eres el que eres, y eres un solo Dios en tres Personas distintas.
En relación de amor vives por siempre, para que toda creatura te dé alabanza y amor!
¡Bendita seas, Trinidad de amor!
Te amamos y te damos loor.
¡Gloria por siempre al Dios que, en unidad perfectísima de amor, nos da su amor!
Tres Padre nuestros y tres: ¡Gloria al Padre, que es amor, gloria al Hijo, que es amor y redención, y gloria al Espíritu increado, que es fuego de amor!
(Oración final para todos los días.)
DÍA CUARTO: ¡DIOS QUE INHABITAS MI SER, BENDITO SEAS POR SIEMPRE!
¡Oh Dios santo e inmortal! Yo tu creatura me postro ante ti, reverente, para amarte y decirte: Santa eres, Trinidad que habitas mi ser, para que, viviendo en tu unidad, sea gloria de tu majestad.
Quiero amarte por siempre, hasta la eternidad, ¡oh augusta Trinidad!
Tú eres irresistible, pues eres luz, vida, y transformación de mi ser.
Yo creo en tu inhabitación y veo en ella tu omnipotencia, Dios visible e invisible, que deseas vivir en comunión con el ser del hombre, alabada seas, Trinidad mía, cielo mío.
¡Gloria por siempre al Dios que, en unidad perfectísima de amor, nos da su amor!
Tres Padre nuestros y tres: ¡Gloria al Padre, que es amor, gloria al Hijo, que es amor y redención, y gloria al Espíritu increado, que es fuego de amor!
(Oración final para todos los días.)
DÍA QUINTO: TÚ ERES SUPREMA BONDAD, QUE REALIZAS Y ACTÚAS EN MI SER, INSPIRÁNDOME A CADA INSTANTE TUS DESEOS. ¡TE AMO TRINIDAD MISERICORDIOSA!
¡Trinidad sapientísima! Tengo sed de ser un alma abierta al Amor.
Ilumíname y haz que, vacío de mi yo, busque tu gloria en humildad y docilidad a cada inspiración tuya.
Yo sé, ¡oh sempiterna Trinidad!, que tu gloria se obtiene en el amor y perdón. Dulcifica mi ser, para que, ya en tu ser, sea sencilla esposa del Dios, Trinidad de amor, para que sea para todos sólo amor y perdón.
¡Gloria por siempre al Dios que, en unidad perfectísima de amor, nos da su amor!
Tres Padre nuestros y tres: ¡Gloria al Padre, que es amor, gloria al Hijo, que es amor y redención, y gloria al Espíritu increado, que es fuego de amor!
(Oración final para todos los días.)
DÍA SEXTO: ERES ETERNA LUZ QUE EN SILENCIO REGALAS AL ALMA TU AMOR.
¡Oh Trinidad que, siendo Dios de verdad, Dios de bondad y Dios de amor, noche y día vives cerca del hombre!
Haz que en mi santuario interior, inundado de tu luz, mi alma se refleje en tu ser, y que el Huésped que vive en mí me llene de paz y amor.
¡Oh Trinidad que con corazón maternal atraes al hombre a tu verdad!, me ofrezco a ti con el deseo de amarte y ser imagen viva de tu existencia.
Que en mi peregrinar sea apóstol trinitario.
Te amo, Deidad suprema.
Me consagro a Ti, y deseo por siempre tu amistad.
¡Santo eres, Dios Trinidad! ¡Alabado sea por siempre tan augusto Misterio!
¡Gloria por siempre al Dios que, en unidad perfectísima de amor, nos da su amor!
Tres Padre nuestros y tres: ¡Gloria al Padre, que es amor, gloria al Hijo, que es amor y redención, y gloria al Espíritu increado, que es fuego de amor!
(Oración final para todos los días.)
DÍA SÉPTIMO: ERES DIOS DE AMOR, DIOS DE VERDAD, DIOS TRINIDAD, QUE POR TU ELECCIÓN ME HAS UNIFICADO A TU EXCELSO AMOR.
¡Oh Padre! Tú eres la substancia de donde todo procede.
Eres la fuente perenne de amor.
¡Bendito seas, Padre mío!
En tu divina esencia engendraste al Verbo divino.
¡Oh Hijo del Altísimo! ¡Gracias por tu amor y por haberte ofrecido como víctima santa de amor a Aquel de quien procedes!
¡Oh Santo Espíritu, amor de los Dos! Haz que seamos hostias de alabanza a la Trinidad, y que nuestra única aspiración sea el cielo, y que toda nuestra alma sea fiel en corresponder a tan alto don, siendo almas de soledad para proyectar tu amor.
¡Gloria por siempre al Dios que, en unidad perfectísima de amor, nos da su amor!
Tres Padre nuestros y tres: ¡Gloria al Padre, que es amor, gloria al Hijo, que es amor y redención, y gloria al Espíritu increado, que es fuego de amor!
(Oración final para todos los días.)
DÍA OCTAVO: SOMOS HEREDEROS DE UN REY INMORTAL, POR ESO, ¡OH TRINIDAD QUE EN MÍ ESTÁS!, DESEO SER LO QUE TÚ DESEAS.
Trinidad gloriosa que llevas a toda alma fiel a tus deseos por el camino del amor y de la oblación para así llegar a contemplar por siempre, cara a cara, tu belleza, porque en la intimidad de amor nos envuelves de tu amor. Tu misterio inefable por siempre nos será desvelado, para que gocemos de tu hermosura.
Tú eres un ser incomprensible, que atraes al alma por el deseo de amarte, santificando todo nuestro existir, enseñándonos, ¡oh Trinidad inmortal!, a sublimar nuestro vivir.
Vivifica nuestra esperanza, para que con la infusión de tu amor seamos libres para darte nuestro amor.
Te amo, Trinidad salvífica.
¡Gloria por siempre al Dios que, en unidad perfectísima de amor, nos da su amor!
Tres Padre nuestros y tres: ¡Gloria al Padre, que es amor, gloria al Hijo, que es amor y redención, y gloria al Espíritu increado, que es fuego de amor!
(Oración final para todos los días.)
DÍA NOVENO: EN EL ABISMO DE TU SER, YA ENVUELTO EN TU AMOR, DESEO MORIR PARA GOZAR SIEMPRE DE TI.
¡Oh Trinidad, Deidad omnipotente, que me sumerges en tu amor, para que, vacío de i yo, sea alabanza.
Haz que muriendo a mi yo, sea tu imagen transfigurada en mis ser.
¡Oh Trinidad salvífica, que eres y serás! ¡Alabada seas!
¡Oh inefable misterio que haces gozar al alma que inhabitas!
¡Seas por siempre reconocida y glorificada!
Haz que mi alma transfigurada muera en un acto de amor, para estar cerca del Dios que es mi amor.
Santo eres, Padre, que me creaste para que fuera tu alabanza.
Gloria a ti, Hijo, engendrado en la naturaleza humana por el Ser increado; te consagro mi vida para ser por siempre luz de tu luz.
Y a ti, Espíritu, que vives en mi ser, te suplico tu ayuda, para que en todo instante se reflejo vivo de tu gloria.
¡Gloria por siempre al Dios que, en unidad perfectísima de amor, nos da su amor!
Tres Padre nuestros y tres: ¡Gloria al Padre, que es amor, gloria al Hijo, que es amor y redención, y gloria al Espíritu increado, que es fuego de amor!
ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS.
Sempiterno Dios que en la unidad de tu misterio eres tres Personas, siendo solo Dios unificado en el amor, danos la gracia de amarnos como hermanos, a imitación tuya, en unidad y santidad.
Que persevere tu Iglesia unida, siendo tu alabanza.
¡Oh Trinidad sempiterna, danos la fuerza, la sabiduría, y, sobre todo, aumenta en todo ser el amor hacia Ti, que eres verdad suprema!
Santo, santo, santo, e infinitamente sabio y misericordioso te proclama todo ser creado.
Par a Ti la alabanza, para Ti la adoración, para Ti el reconocimiento nuestro de tu Divinidad.
Te amamos, ¡oh Trinidad! Eres el que eres, Dios supremo. Eres la Deidad y eres el Misterio inefable.
Y ante Ti, postrados, rendimos culto y adoración a tan sublime Misterio de amor.
Tú eres el Dios augusto. Tú eres Trinidad de amor. Tú eres, ¡oh Dios increado! El que sostienes con tu poder cuanto existe.
Por eso, Trinidad santísima, para Ti todo honor y, sobre todo, nuestro amor.
Santo, santo, santo eres en verdad, Señor del universo.
Lleno está el firmamento de tu belleza, lleno está de tu poder.
Por eso te suplicamos que nos des la gracia de vivir siempre amándote, glorificándote y, sobre todo, sirviéndote hasta la eternidad.
¡Oh gloriosa Trinidad! Tú eres el Dios santo.
Te amamos y te damos gracias, porque eres el único y eterno Señor.
Alabanza y amor al Dios Trino y Uno, que es sólo amor.
Santa Trinidad que consubstancialmente unido vives en eterno amor, de donde procede todo ser, queremos encerrar nuestras vidas en Ti, para vivir en comunión con el Dios que nos ama.
Danos, ¡oh Dios Trino y Uno! La perseverancia en tu amor, para que vivamos siendo alabanza de tu gloria y gocemos por siempre de tu amistad. Amén.
15 de mayo de 1983.
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