Que ponga en Mí su confianza.
Yo soy su esperanza y providencia y estaré con vosotros hasta el final de vuestros días.
No os preocupéis de vuestro vestir y comer.
Yo os sostendré.
El que viva en Mí no morirá, vivirá eternamente.
El inicuo será destruido.
Yo seré vuestro sostén y de ellos seré el juez justiciero.
Ay de aquel que se olvide del bien de su hermano, porque Yo no lo conoceré en el supremo instante.
6 de agosto de 1982.
Comparte esta publicación:
Copyright © Todos los Derechos Reservados.
Se puede compartir e imprimir para fines apostólicos.
El material en esta página web irá aumentando.