Que exalte la grandeza de mi Madre y que ponga a exposición de mis hijos su entrega y apertura al amor de Dios.
Y que en ellos motive el deseo de dar amor al Hijo de Dios, que llega a vosotros por la entrega de aquella Doncella que al Espíritu abrió su seno materno, donde Yo posé lleno de consuelo y de gran amor de parte de aquella que siempre me amó.
Que diga a los hombres que Ella fue virgen, pues Dios fue puesto en Ella sin mancharla a Ella.
Que en Ella fue amor el Hijo de Dios.
Que viva en la tierra su imagen bendita, pues Yo, su eterno y fiel dador, le di mi amor.
Y Ella dejó que el fuego del Espíritu eterno creara mi figura humana que se formó de su ser de mujer.
Y de la imagen de aquella Doncella predilecta de Dios nació el Amor de los Dos.
Éste es mi regalo por el amor de ellos a María y de María al ser de Dios.
El amor mío es vuestro, porque lo mío será vuestro.
Y mi Madre es mía y es vuestra.
Y mi amor es vuestro.
El amor vuestro sea para vuestro Dios.
. . .
El misterio de Dios amor y mi revelación es amor.
Y mi vivir en la tierra fue amor.
Y la vida eterna será puro amor.
Di a ellos que en la teología, donde se perfecciona el conocimiento del ser de Dios, el Dios conocido en la teología es un Dios y el misterio de ese Dios se encierra a plenitud en una frase que si se vive se conocerá al Dios verdad, al Dios santidad, al Dios perfección y al Dios amor; y esa es: Aquí conocemos al Dios amor. Porque amor es Dios y Yo quiero amor.
El amor en Dios es sabiduría, es cordura.
Y el alma empobrecida por amor es enriquecida en el amor.
Y el amor es sabiduría de Dios.
El amor hace en Dios inteligente a aquel que se da en amor.
14 de julio de 1982.
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