Ve y escribe un mensaje de amor.
Ese es un regalo de parte de Dios a la Madre que amó siempre a su Salvador.
Y ese regalo es de parte de Dios a vosotros, Alianza de amor.
María: nombre de amor, los ángeles quieren amarte
dulzura y esperanza. como te amo Yo.”
Madre del eterno Dios.
Tú eres, ¡oh Madre!,
Virgen fecunda y amante el consuelo de mis hermanos
de Aquel que vino a enseñarnos que viven en este destierro.
la verdad de Dios.
Tú eres el arca,
Creatura excelsa. Fuente de amor.
Yo, el Hijo de Dios, Tú eres gran luz.
te aclamo por ser una Madre Tu vida fue un cielo,
que amor supo dar pues Yo soy el cielo;
a su Creador. y tú diste tu seno virginal
al Cielo eternal.
Virgen bendita,
te alaban lo santos. El hombre te aclama
Virgen que diste por Madre de Dios
Calor a tu Dios. y cante doquiera:
“¡Bendito el seno
Virgen que oraste que cuna me dio!”
con profunda fe
y dijiste a mi Padre: Oración fue tu amor.
“Aquí estoy, Señor. Oración fue todo tu tiempo
Hágase en mí tu voluntad”. que amaste con celo
Y el Hijo del Padre al Hijo de Dios.
tu cuerpo selló.
¡Oh hijos del Cielo!
¡Oh Madre! ¡Qué bella eras Alianza y consuelo
entre todas las vírgenes del eterno Dios:
de Sión!
Invocad a mi Madre
Tu amor maternal que os doy como tal.
me dio tu amistad. Ella será vuestro consuelo.
Tu entrega venció Ella os dará calor maternal.
al odio y al mal.
Tu amor y adoración vencieron al Maligno Tened siempre en vuestros corazones
que no pudo soportar el nombre de Aquella
Aquel misterio de amor. que me dio sus pechos
para alimentar con amor maternal
“Sube, Madre, te dije Yo, al Hijo del Padre,
que aquí, en la morada que vino a vosotros y tomó forma humana,
del eterno Dios, para amaros y daros el mensaje
de paz y amistad del eterno Dios. Amar, sólo amar y darte mi amor.
Amad a mi Madre, El Espíritu se posó en ti gozoso,
Aliados de Dios. al ver tu obediencia,
Que Ella os ama. e hizo brotar en tu seno
a aquel Dios que el hombre esperaba
Vivid la esperanza. para su redención.
Vivid el amor.
Amad al Cordero Yo soy el Cordero,
que en Ella posó. el Hijo de Dios,
el que te saluda
Amad al Dios fuego con inmenso amor.
que Ella escogió.
Amad al Padre ¡Oh Madre! ¡Qué bella eres
que la escogió. entre todas las mujeres!
Vivid en amor Ven, que Yo, tu Dios,
a Aquella que fue te aclamo gozoso
Madre del Hijo y al hombre te doy,
del eterno Dios, pues estos mis hijos
que amor habló al hombre comparten conmigo
y amor le brindó. su vida en amor.
Pues ellos Alianza
¡Oh Madre! ¡Qué Madre por amor han hecho con su Dios,
me escogió el Padre! y son mi esperanza.
No pudo hacer
mejor elección. Mírales, Madre,
aquí te los doy.
Tú fuiste la amada, Ámalos, Madre,
creada por Dios. pues a ellos al cielo
Las tribus te aclamen. los quiero atraer.
El cielo te dio la acogida
que tú, por ser Madre Imprégnales, Madre,
debías tener. esa tu pureza.
Enséñales, Madre,
¡Oh Madre! ¡Alabanza del Padre! a amar a su Dios.
¡Bendita seas!
Mírales, Madre,
El Padre te llenó y háblales de mi pobreza
de excelsa grandeza, y diles que Yo soy su riqueza.
y de tu belleza
Él se prendó. ¡Oh Madre!, te doy a ellos, mis hermanos,
Para que te aclamen como Madre
Yo, el Hijo, dormí feliz en tu seno. del eterno Dios.
Y en amor te escuchaba
cuando tú me hablabas ¡Oh Madre!, Yo te amo con eterno amor.
con tierno amor maternal. Acepta nuestro amor.
¿Qué más podía desear un Hijo Tú eres el consuelo
ante tanta entrega y amor? en este destierro
de todos aquellos vuestra salvación.
Aliados de Dios. Os ama con fuego
el Dios esperanza.
Cantad querubines,
alabad, santos todos, Acudid a vuestra Madre
a Aquella que os dio y dadle alabanza.
al gran Salvador;
pues puso su seno a disposición Yo, ¡oh Madre!,
del deseo del eterno Dios, tu hijo querido,
para que viniera a la tierra te entrego en tus manos
a dar al hombre su amor esta nuestra Alianza,
t a hablar al hombre de paz y entrega, para que sostengas su fe
del Dios Trino y Uno, y les des el consuelo
misterio de amor. que lleva hacia el cielo.
Tú eres, ¡oh Madre!, Tú eres la exaltada,
sublime esperanza la Virgen sin mancha;
de estos mis hermanos por eso, ¡oh Madre!,
que gimen dolientes te entrego mi Alianza.
en este destierro.
Te amo, Madre.
Sus almas claman Amadla , vosotros,
al Dios del consuelo. Aliados del Padre.
Tú eres, ¡oh Madre!, Amadla con celo,
la mejor esperanza pues ella es mi Madre.
para todos los que esperan Y vosotros debéis amarla,
ser resucitados pues en el cielo
después del destierro. se le ama y aclama.
El mortal espera Amadme y amadla,
con fe y esperanza Aliados de Dios.
su salvación.
Diles, tú, ¡oh Madre!,
fuente de amor,
que el Padre les ama
Con eterno amor.
Que acudan al Santo,
al Hijo de Dios.
Que clamen al Espíritu
del Dios sempiterno,
pues Él les llenará
de consolación.
Allá, en la morada
del eterno Dios,
el Padre os espera
con gran gozo.
Yo, el Hijo, deseo Guadalajara, 14 de Julio de 1982.
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