–Estando en el retiro espiritual de Primer Viernes en una casa prestada, escuché la voz de Dios Padre y me dijo así:
Esta es mi gran Obra.
Seguid adelante.
Que nada os desanime.
No os desalentéis ante la adversidad.
Yo enviaré mi Espíritu para que os dé gozo y paz.
Quiero que reine la concordia entre vosotros.
Estoy complacido porque seguís mis deseos.
Habladles de Mí.
Yo soy un Padre lleno de amor y bondad, que deseo ser amado y glorificado.
7 de Noviembre de 1981.
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