Criterios

Yo pido para mis grandes obras grandeza de espíritu y pobreza vivida. 
La verdad de vuestro Dios escrita en mis Evangelios es vivir para vuestro Dios en suma pobreza, y buscar el reino de Dios. Todo lo demás se os dará por añadidura. 
 
 “Si Yo tengo cuidado de las avecillas del campo y de vestir las flores del mismo campo cuánto más cuidado tendrá vuestro Padre Dios de vosotros, hijos de predilección”. 
 
Toda verdad se refleja en la humildad, en la suma pobreza, en el auténtico amor hacia su Dios, en la entrega y abandono a la providencia del Dios altísimo, en la oración, en el recogimiento y soledad en amor. 
 
Un alma auténtica y en camino de Perfección es abandonada a su Dios, es caritativa, es orante, es perseverante en la voluntad de su Dios, es humilde, es sumisa y es obediente a los preceptos de la Iglesia. 
 
 
26 de Junio de 1981. 

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