Mi casa se llamará “La Betania del amor”, donde se dará gloria a mi Padre, donde Yo recibiré amor y consuelo, y donde el Espíritu Santo será vuestra luz y fortaleza.
El enemigo mío y vuestro tembló al escuchar este nombre.
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Yo invoqué al Padre cuando mi ser se estremeció ante la Pasión, y de mi oración mi ser tuvo fuerzas para vencer.
El lema de esta nueva agrupación será: el amor, la pureza de intención, la profunda oración, la penitencia, el completo despojo interior y exterior, y siempre la fidelidad al amor de vuestro Dios.
Yo soy el Dios Creador.
Este es el día de alegría para mi Iglesia, un día de solemnidad.
Que vuestros corazones salten de gozo y alegría porque las puertas del infierno y el infierno entero templará ante vosotros, mis elegidos y llenos de gracia ante la inhabitación de la excelsa Trinidad que habita en vuestro ser.
Loor y gloria al Dios que os ama.
Este día la casa de la gloria del Padre se regocija y está llena de alegría.
Los ángeles os acompañan en vuestra alegría y entonan a coro: “Éste es el día que hizo el Señor”.
Los Santos y Bienaventurados entonan en acción de gracias el aleluya.
Estos votos serán recibidos por el representante de mi Iglesia.
Él recibirá los votos como hace miles de años Yo recibí la entrega en amor y para el Amor de Pedro.
Él fue la segunda piedra de mi Iglesia.
Y Francisco recibió en una sencilla capilla pobre los votos de Clara, la amante que se desposó con la pobreza según mi Evangelio.
Ese es el deseo del Padre, que también sea el lema fundamental de mi agrupación: vivir de amor y para el Amor, en pobreza y obediencia y en profunda oración.
Este día estoy muy contento, y vosotros me habéis hecho muy feliz con vuestra entrega y vuestra dádiva de amor.
14 de febrero de 1981.
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