Eres grande ante mi mirar, pero tú te quieres quedar en las cosas de la tierra, sin dar el crédito debido a mi vivir dentro de ti amándote y entregándome.
Me apartas de ti y me echas al olvido.
Vive para Mí en súplica y oración, en fe y esperanza.
Yo soy real en esencia y potencia.
Soy visible e invisible.
Soy dador del bien y me entrego al hombre en plenitud.
Yo os socorro para que no dudéis de mi providencia.
Guadalajara, 5 de marzo de 1982.
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