Vivid como Hijos de Dios

Os estoy escuchando gozoso, ya que estáis hablando verdades importantes que son fundamentales para el aprovechamiento de vida espiritual. 
No olvidéis que la caridad fraterna es muy importante para vuestra paz y mi gloria. 
Practicadla y vividla. 
Con mi gracia y vuestra cooperación venceréis. 
No destruyáis mi Obra. 
Sed cautos y prudentes. 
Sed generosos y fieles observantes de la verdad. 
Recuerda que la paz viene de Mí, y la guerra y la destrucción de mi enemigo y el vuestro. 
Él destruye toda obra. 
Yo, el Hijo de Dios altísimo, te lo dice. 
Sed cautos y prudentes. 
Sed generosos y fieles observantes de la verdad. 
Recuerda que la paz viene de Mí, y la guerra y la destrucción de mi enemigo y el vuestro. 
Él destruye toda obra. 
Yo, el Hijo de Dios altísimo, te lo dice. 
Vigilad y orad. 
Sed minuciosos en cualquier imperfección, porque el mínimo defecto daña enormemente vuestra alma. 
Tened profundo respeto el uno por el otro. 
No dañéis. 
Todo fuisteis creados por el mismo Dios y redimidos por el Hijo del eterno y soberano Creador. 
No os ofendáis ni con el pensamiento, menos aún con las obras. 
Aquel que lastima a mi hermano, me lastima a Mí. 
Vivid como hijos de Dios, no con obras que os señale como hijos de tinieblas. 
Sed, pues, uno en el amor a Dios y a vuestro prójimo. 
No destruyáis mi Obra. 
Que vuestra alma y cuerpo glorifiquen al Dios que os ama. 
Que vuestro pensamiento sea para amarme. 
 
Avanzad, pues, en la santidad. 
Proclamad el triunfo de mi resurrección con vuestra conversión y santificación. 
Sed santos como lo es vuestro Padre que está en el cielo. 
Sed caritativos, para que proclaméis el triunfo de Dios en la tierra. 
Sed pobres, para que Dios se complazca en vosotros. 
Sed limpios de corazón, para que el Paráclito habite en plenitud en vuestro corazón. 
Sed humildes, para que la Trinidad proclame su grandeza por vuestro medio. 
Sed orantes, para aplacar la ira de Dios. 
Sed amantes de la verdad, para que por vuestra rectitud vengan al Padre los que andan en el camino de perdición. 
Transformaos para Mí. 
Sed almas silenciosas, que alaben al Señor, vuestro Dios. 
Vivid vuestra vida de castidad, que es el reflejo de la gloria del Padre. 
Purificaos de todo pecado, para que el Padre se complazca en vosotros. 
Inquietaos por las cosas eternas. 
Vivid en el mundo sin ser del mundo. 
Que vuestro ser sea para amar y glorificar y exaltar la grandeza de la gloria del sumo Señor. 
Vigilad vuestros sentidos y sosegad vuestras pasiones. 
Vivid en fe. 
Amad la pobreza. 
Vivid de la esperanza y practicad la caridad. 
Que vuestras obras reflejes siempre que sois hijos de Dios. 
Vuestra oración sea profunda y constante. 
Que vuestro espíritu desee siempre el amor de Dios. 
Que el correr del tiempo sea siempre para darme consuelo y para que me deis gloria. 
Yo soy el camino y la verdad. 
El que venga a Mí no andará en tinieblas: vivirá eternamente. 
Os vuelvo a insistir: sed santos. 
Os amo en el Padre y en su Espíritu. 
 
 
28 de Noviembre de 1981. 

Comparte esta publicación:

Share on facebook
Share on twitter
Share on whatsapp

Copyright © Todos los Derechos Reservados.
Se puede compartir e imprimir para fines apostólicos.
El material en esta página web irá aumentando.