Te Quiero Descalza

Estando en oración el Señor me dijo: 
 
Te quiero descalza para que ante el mundo aparezcas pobre y desposeída por mi amor. 
Nútrete de mi palabra. 
Deseo que repaséis la séptima morada del libro de Teresa de Jesús para que veas en qué consiste la perfecta soledad y los requisitos para ella. 
Dile que le quiero cerca de ti, porque tu alma es débil y en la menor tormenta sucumbiría. 
Dile que los dones del Espíritu Santo son constantemente rechazados por el hombre. 
Vosotros, sed fieles a mis inspiraciones. 
 
Que nada os perturbe. 
Vivid con espíritu de fe y confianza, en ofrenda perenne a la Santísima Trinidad. 
 
Bienaventurado el que acepte mi palabra y la asimile, porque de él será el Reino del Padre. 
Vivid siendo pobres de espíritu, unidos en perfección al Misterio trinitario. 
 
Yo os amo y os recompensaré. 
Os falta unión en Mí. 
Amadme. 
Que no os inquieten las palabras del mundo. 
Sed siempre almas de oración, para que viváis conforme a mis deseos e inspiraciones. 
El justo es aquel que sirve a sus hermanos con amor y bondad. 
Bienaventurado el humilde que se hace siervo de los demás. 
Recordad que vuestro hermano es semejanza de vuestro Dios. 
Vivid en la paz de Dios y siendo caritativos. 
 
Os amo. 
Dile que el sonreír de un niño me complace. 
El sonreír por amor me da gloria. 
Os lo repito: glorificadme con vuestra conducta. 
Caminad en mi presencia. 
Os amo en mi Padre y en su Espíritu. 
 
 
14 de marzo de 1982. 

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