Rechazo de Sacerdotes

El Señor me dijo que abriera la Biblia. El mensaje salido fue Juan 8, 31-59- 
 
Dile que este mensaje, en donde por mi palabra di gloria a mi Padre, da testimonio del proceder de aquellos que son del mundo y que piensan no según mi Evangelio, sino según el proceder filosófico y mundano. 
 
Penitencia es redención, pues el mundo fue redimido por la sangre redentora de vuestro Dios. 
Oración es glorificación, es exaltación, es amor y es unidad que os une con el Amor. 
 
Entrega es despojo sublime por amor en el Amor y para el Amor. 
Pero el mundo no escucha mi voz y Yo os digo que vendrán tiempos en que preferible fuera el no haber nacido. 
Pero vosotros, hijos del Amor, seguid el camino del amor que os llevará a la salvación. 
Mi corazón sufre dolores de parto, pues mi amor es despreciado y el Hijo del Altísimo es ultrajado y el Espíritu de Dios no es admitido por el hombre; pues el hombre que vive en la verdad no da un testimonio negativo sino positivo. 
Y tu privación es señal de salvación, porque ellos serán humillados. 
 
¡Ay de aquellos que vivan del placer!  
 
Bienaventurado el humilde, en él se regocijará la Trinidad omnipotente. 
 
Glorificado y exaltado ha sido por tu amor y oblación el Dios del amor, pues tu amor es mi consuelo. 
Y eso es para que comprendáis qué grande es el desamor de mis elegidos y qué pocos son aquellos que renuncian por amor a vivir, no según el mundo, sino dando ejemplo vivo de perfección. 
 
Tu dolor es mi dolor. 
Por eso necesito vuestra amistad, pues son pocos los que escuchan mi voz y reciben y practican en verdad mi Palabra y son testimonios de mi amor. 
 
Sublimiza tu dolor. 
Dame más amor. 
Vive en mi amor y sé de mi amor. 
Transfigúrate en el Amor y sé santo por amor. 
Yo, tu amor, te abrazo con amor. 
Y tu dolor está escrito dentro de mi corazón. 
Yo soy tu Dios que te ama y desea que vosotros desagraviéis tanto desamor. 
Yo sufro por la ingratitud. 
Yo sufro por todos los que deseé apartar del mundo y siguen viviendo y pensando como los del mundo. 
 
Pobreza os pido, amor y humildad. 
Te ama el Amor. 
Te doy todo mi amor. 
 
Vosotros seréis mi luz en tanta tiniebla. 
Ya sea que seáis rechazados, Yo os abrazaré con maternal amor. 
Ya sea que el hombre os desprecie y os calumnie, Yo, el amor, os daré mi gloria. 
Yo soy la gloria. 
 
Decid a este mundo perverso y corruptor: ¡Ay de aquel que se ría de mi verdad! 
Yo, la verdad, lo desconoceré en verdad. 
 
Yo soy amor. 
Pero el que no desee mi amor, morirá sin mi amor. 
 
Hijo de mi corazón, sufro, pues tu sufrir es mi sufrir. 
Pero el sufrir es señal de amor y de predestinación en aquel que busque mi amor y se despoje de todo por amor. 
 
Te habla el Amor. 
Y te ama el Dios ultrajado por amor. 
 
Dile que sus lágrimas han arrebatado el corazón de su Dios. 
 
Cuando se burlen de vuestro Escapulario, regocijaos, pues es vuestra bandera. 
El hábito exterior es señal de despojo y de unión. 
 
¿Ves, cómo el hombre poco o nada me ama, y es poca su entrega y oblación? 
 
 
27 de agosto de 1982. 

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