Tiene una faz que no es auténtica para Mí.
Ten cuidado que las maniobras del Demonio se hacen sentir en ella para destruiros.
Por eso deseaba que se fuera, para que valorara lo que vosotros deseáis hacer para Mí y por Mí.
No lo olvidéis. Tened extremado cuidado con ella.
Yo soy el Espíritu del Padre.
Necesita exorcismo.
Me ama. Yo la amo. Pero en medio de los dos está el rencor, el tormento, la soledad; esa soledad que no es según Dios.
En el fondo habita en ella el demonio del despecho que solapadamente mora en una parte de esa mansión que debe ser exclusivamente para Mí.
Su inquietud de zozobra, su silencio no es sin ningún momento reflejo de mi Espíritu.
Es virtuosa, pero no sencilla y humilde.
Ella es callada, pero su silencio y soledad no son el deseo en amor ardiente, de valorar su cambio y de desear esa comunicación donde el alma y Dios se entrelazan en unión que es una fusión de amor en verdad, en autenticidad, en cambio de la propia persona, en autenticidad y deseo de perfección.
En ella habita el demonio solapado del rencor, del desasosiego, incertidumbre, inconformidad, soberbia y soledad.
Cuidaos porque es más difícil el sacar en estas almas esta clase de demonios que en los que en su exterior se dejan traslucir por los fenómenos que producen.
Donde no hay lealtad, sinceridad, humildad, deseo de más amor, no habrá paz. El alma no podrá sentir el auténtico amor.
Tened mucho cuidado… Tened mucho cuidado…
-¿Qué pasa?
Pasa que no ha descubierto la clase demonios que le atormentan.
Es una plaga de demonios que frustran toda entrada en plenitud de las gracias y dones del Espíritu del Padre, que desea poseerla en plenitud.
Su alma es como un hielo donde mi amor no aventaja, donde el rencor y las demás características que os he dado no dejan trabajar en ella al Espíritu del Padre, que la ama.
Cuidaos de esta clase de demonios que son de las plagas más temibles que salen de los abismos para atrapar a mis almas.
No temas, Yo fui quien puse en tu mente mis deseos y las ideas para que vuestro cuidado sea extremadamente estricto e invulnerable para con ella.
No es porque no la ame, sino porque debéis tener cuidado.
Ella tiene las bases para exorcizar y ella debe exorcizarse.
— Ahora siente amor y resentimiento, que el solo amor.
No teman, Yo soy. Aunque todo parezca confusión, pronto comenzará la claridad.
Vive más en unión con tu Dios.
Habla menos y escucha más.
Transfórmate.
Mira que tú y él podrán arrebatar tantas almas del mal.
Tú pudiste observar esa lluvia que Yo propicié para que observaras con detenimiento como a cada segundo caen, como gotas de agua, almas a esa fosa de terror y tormento donde el odio es lo que reina.
Ese mensaje es de mi Espíritu. No temas.
Sé alma de más oración, recogida, abnegada.
Cambia para Mí.
11 de julio, 1981.
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