El dolor que tú sientes es mi dolor y cuando tú sufres, Yo sufro contigo.
Abrázate a Mí. Yo soy la cruz de carne que estoy siempre con mis brazos extendidos para abrazarte a ti y ayudarte en tu dolor.
Cuando tu corazón sangra por el dolor, las gotas de tu sangre salpican la presencia del Dios eterno e infinito que está en el interior de ti.
Yo con gozo recojo gota a gota de tu sangre y la uno a la mía derramada toda por amor y por el dolor y las dos unidas hacen que mi corazón suspire más por ti y te ame siempre a ti.
4 de marzo de 1981.
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