Muerte de Amor

En la vida espiritual es todo igualdad, no diferencias ni sangres, pues todos sois coherederos del Reino de mi Padre, bañados por la sangre redentora del Hijo y guiados por la misión salvífica del Santo Espíritu. 
 
El que ama dándose requiere ser amado, pues lo más sobrenatural de mi ser es que todo lo que significa ser Dios de amor equivale a encerrar en sí amor, amor, amor, amor. 
 
Cuando un alma dice “eres tú, Señor, mi Dios” implica: Tú eres el todo de mi todo. 
 
¿Qué significa saberte amada del que lo es todo? 
 
-¡Oh, mi Señor!, yo, yo tan pobre de todo y envuelta en tu todo, me quedo extasiada y llena de amor al saberme amada de aquel Dios que sé me ha dado todo. 
Señor, también implica para mí ser más ante ti, siendo nada ante mí, para yo, en el todo de mi todo que eres tú Señor, querer ser un alma de amor continuo, un alma de voluntad decidida para hacer tu voluntad, siendo alabanza de tu gloria. 
¡Oh, Señor!, el saberme amada del que lo es todo me da la confianza y la esperanza de ser lo que Tú deseas sea. 
Señor, Tú ante una criatura; yo ante un Dios.- 
 
Yo estoy aquí deseando escucharte qué significo ser tu todo. 
 
Efusivamente te escuché y sé que ese ardor, que consume al alma cuando se entrega como una rosa de frescura derramando el néctar suave de su sutil olor, es la consumación plena en Aquel que la ama. 
Y esa bella flor consumándose en mi ser, embriagada de mis ternuras y embelesada con los suaves besos del Dios que con ternura te acaricia y se entrega con efusivo amor. 
 
¿Y qué significa –me dijo el Señor- ser arrebatada de este mundo para, abrasada en amor, unificarse en Aquel que la requiere? 
 
Morir de amor es despojarse en totalidad y arrojarse en los brazos del Dios que te acoge para asirte a ti. 
 
                 …..                                 …..                                         ….. 
 
 
Amigas, gracias por tan gran donación. 
No os preocupéis de que no se abran a mi amor; preocupaos de que vosotras no os abandonéis a mi amor. 
Yo os digo: bienaventuradas seréis del Padre, pues su Obra es salvación y glorificación a la Trinidad de amor, porque un corazón abierto al Amor me da inmenso gozo. 
 
 
17 de mayo de 1983.  

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