Durante la misa: “El amor todo lo vence, lo cambia todo y lo suaviza.
Ven, amada mía, que tu Amado te regalará leche y miel”. –Lo cual yo no comprendí.
Y el Señor me explicó: “¿No ves que mi amor es fresco como la leche y rico como la miel? Ven, sáciate de Mí, que Yo suspiro de amor por ti”.
28 de junio de 1981.
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