Aquí estoy; no temas.
Engrandece tu alma con la oración.
Vive la fe y aumenta el deseo de más caridad.
Que tu vida sea como una exaltación de mi presencia en ti.
No dejes que el mundo entre por tus ojos. Él destruye el alma.
Santifica el día.
Alaba al Señor tu Dios.
No permitas que tus deseos destruyan los míos.
Yo deseoso espero de ti tu amor; pero siente tristeza y desconsuelo en mi Corazón, si tú no piensas en Mí.
Dame gloria y honor.
Os amo en el Padre y en su Espíritu.
El que descuida la oración vive sin fe y sin esperanza.
14 de Septiembre de 1981.
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